Los rayos de sol me iluminan los ojos y me
despierto al instante. Miro el cielo de mi habitación y recuerdo lo que pensé
anoche. Hoy comienza la cosecha de tributos en donde cuatro jóvenes irán camino
a sus prematuras muertes.
Me levanto y me voy al baño a ducharme,
cinco minutos y me doy cuanta que estoy sentado, mientras el agua me baña.
<<Ofrecerme como tributo>>, es lo que pensé anoche, por un lado,
seria salir de esta miserable vida, pero por otro lado. Podría morir.
Una vez ya limpio me salgo de la ducha, me
seco y me visto luego salgo por la ventana de mi cuarto y me voy, ya que me
molestaría ver emborrachados a mis padres. Deben ser como las once de la
mañana, por que veo a los agentes de la paz, quienes se encargan de la
seguridad de cada distrito ya instalando las cosas para la cosecha.
Me dirijo a la panadería de la familia
Robinson y compro trozo de pie de manzana (que a veces me lo puedo permitir) y
una botella de jugo de naranja.
-Gracias Señor
Robinson –digo. Miro adentro de la bolsa de papel en donde deposito la comida y
me encuentro dos rebanas de pie de manzana y le digo al Señor Robinson
–disculpe dije un… -hasta que me interrumpe.
-No eso va por cuenta
de la casa, no te preocupes –dice –cuídate.
-Gracias –digo y
asiento con la cabeza. Y me voy.
Me voy para la
playa, ver por ultima vez mi lugar
favorito, es lo que necesito y así medito todo lo que queda de mi día.
<<Ofrecerme como tributo>> me como un trozo de pie y bebo el jugo a
sorbos. Y dejo el ultimo para después. Me recuesto en la arena y observo las
nubes las nubes que pasan por enfrente de mis ojos, estiro mis manos, creyendo
poder tomarlas, como si tuviera ganas de aferrarme a una y salir volando de
aquí para siempre, pero una y otra vez se me viene a la mente <<Ofrecerme
como tributo>>, cierro mis ojos bien fuerte y borro eso de mi memoria
pero una y otra vez aparece Jenny y me lo impide.
-Tal vez debería
decírselo -me digo, decirle a Jenny mi
plan para protegerla… no lo creo.
Me quito los
zapatos y calcetines, quedando descalzos, hago una bola con los calcetines y
los pongo dentro de los zapatos. Camino en la arena queriendo llegar a la
orilla del mar y mojar mis pies. Veo pececitos nadar alrededor de mis pies,
hecho mi cabeza hacia atrás y disfruto esa misma brisa marina. Las olas rompen
contra las olas y gotitas de agua saltan y aterrizan en mi cara.
Me devuelvo y me
saco la arena de los pies y vuelvo a ponerme los calcetines y zapatos. Me como
el ultimo trozo de pastel y me bebo al seco el jugo de naranja…
Jenny no llega,
así que decido no ofrecerme tributo, ya no vale la pena. Me recuesto en la
arena y me hecho una siesta, ya que la
cosecha comenzara recién a la una mas o menos, así que pongo mi chaqueta en mi
cara, para que el sol no me queme el rostro y me duermo.
Cuando despierto,
suena la alarma de la cosecha, ¿ya son las una de la tarde? Eh dormido casi dos
horas. Recojo las cosas, y los desperdicios los boto a la basura.
Caminando, me
encuentro con la larga fila de varones, para el registro, me formo sin
importancia y alguien se pone detrás mío y me habla:
-Hola Emmet –dice
Sam
-Hola, Sam –digo.
“Hola” las únicas palabras que nos decimos ambos.
Una vez registrado
me voy a cualquier lado, paro entre un gran grupo de chicos y veo a Sam a unos
cuantos metros de mi y miro el grupo de chicas, veo a Jenny acompañada de su
hermana Annie la cual esta muy aferrada a ella.
Comienzo a mirar
el cielo, las nubes se ven muy esponjosas y el sol destella mucho y bajo la
vista hacia el escenario, justo cuando la alcaldesa, Misti Brown viene a dar la
bienvenida a esta cosecha de tributos.
-Bienvenidos ciudadanos
a la apertura de la cosecha de tributos de los sextogesimos séptimos juegos del
hambre –noto algo en su voz, se siente asustada. Ella tiene un par de hijas las
cuales igual podrían tener el terrible honor de salir electas en la cosecha y
tal vez morir en la arena –bueno comenzaremos primero con las chicas –dice ella
y se acerca a la urna y saca el primer nombre, se acerca nuevamente al
micrófono y dice.
María Ripper. La
chica apenas puede contener el aliento y sube al escenario, tiene el cabello
negro, con una trenza, tiene como trece años mas o menos y es delgada. En eso
Misti ya saca el siguiente nombre de la segunda tributo.
Estoy temblando –y
la segunda tributo mujer es…-dice Misti, no tengo idea de que hacer, vuelvo mi
mirada a Jenny y algo me sorprende
–Annie Swan.
Annie Swan! No lo
puedo creer, la veo, allí subiendo el escenario, miro a su hermana y tiene la
cara roja de tanto sollozar, vuelvo mi mirada a Annie y Misti ya va por el
nombre del tributo varón y sin previo aviso dice…
Samuel Coin y el
esta preocupado, mira a Jenny y luego a Annie mientras sube el escenario…
-¿Qué esta
ocurriendo? –me digo a mi mismo. Cierro
mis ojos por que creo que es un sueño, pero cuando los abro, aun estoy en la
cosecha, veo que Misti se acerca de a poco a la urna y tomar el ultimo nombre
del varón que ira a la arena. Siento que unas manos me empujan aunque nadie lo
hace, mis pies se mueven solos, y aquellas palabras que quise olvidar,
comienzan a salir de mi boca atreves de un grito. Estoy ya a dos metros del
escenario y suelto:
-Quiero ser
voluntario –ya esta lo dije, no tengo
idea que acabo de hacer, pero debe tener algún propósito –quiero ofrecerme
voluntario como tributo.
-Ok -dice y arruga el papel que tiene en sus
manos y lo tira al piso, un chico lo recoge, abre y me mira con cara de pena.
-¿Qué he hecho?
–susurro.